dimecres, 24 d’octubre del 2012

Efecto placebo


Curioso principio de siglo el que nos toca vivir, si es que alguien todavía vive. Algunos creen que el efecto placebo es cosa de médicos, pacientes crédulos, esoterismos de medio pelo y terapias alternativas. Eso sería antes, porque la verdad, la cruda verdad es que ahora el efecto placebo está por todas partes. Lo cual quiere decir que hay muchos efectos pero ninguna causa real, o también que la ilusión, la ilusión más burda, se ha convertido en la única y verdadera realidad. Por todos lados sustitutos y suplementos, complementos y añadidos, para tapar un vacío tan grande que nos mataría si fuera visible, el agujero negro más terrible de toda la historia de la humanidad. Decir nihilismo es decir poco, nadamos en una nada viscosa que amenaza con tragarnos y asfixiarnos. Asco. Náuseas. Putrefacción. El efecto placebo es el remedio a esta enfermedad incurable. O la forma de retrasar el fin. Ilusiones de pacotilla para pasar el rato, olvidarse de la marea negra bajo nuestros pies. Las redes sociales, con Facebook a la cabeza, FB para los "amigos" y los "amigos de los amigos", son el máximo exponente de este efecto placebo que simula una vida que no está en ninguna parte. Todos consiguen hacer sin moverse de casa lo que harían si tuvieran una vida real, relacionarse, tener amigos, compartir experiencias. Ahora bien, como nadie ya tiene amigos, ni puede ni quiere, ni se relaciona en verdad con nadie, porque nadie hay ahí, recurre a FB para simular un entorno virtual de amistad y todo se convierte en una invención, una mala literatura, lo único que queda de una sociedad descompuesta. Naturalmente es una gran negocio, da a las personas algo que necesitan sin dárselo en realidad tal como la prostitución da a los clientes un simulacro de sexo. FB es como la psicología y vive de las frustraciones, las desgracias y las miserias de la gente. Es humillante ¿Y qué? Es perverso ¿Y qué? A nadie le importa. Como perritos amaestrados corren detrás de la golosina que tanto desean: P L A CE B O. Y a dormir un rato, que estar despierto cuesta mucho y la gente te mira mal. Hace tiempo la consigna era Revolución o Muerte, está bien, las cosas han cambiado un poco, ahora es Facebook o el coche bomba, no hay otra opción, o te enchufas el Placebo o te mueres en un rincón de asco, o te matan de alguna forma absurda y estúpida. Al menos la bomba atómica es definitiva. Por favor, hagamos algo real de una vez, ¡aunque sea morir! Facebook es la nada personificada, maloliente, pegajosa y odiosa, el lugar donde los amigos se consumen como velitas de un pastel de cumpleaños vomitivo. Que aproveche.

dilluns, 25 de juny del 2012

Envueltos en una noche devastadora


El curso de la abstracción se configura como un impulso irrefrenable y cósmico, que no afecta únicamente a la reflexión interior y mental, sino que forma los objetos a nuestro alrededor y nos forma a nosotros mismos como objetos. La acumulación, extensión y ramificación de los entes y de los nexos abstractos es algo irreversible, que pesa sobre las generaciones humanas y las extenúa. La red de la abstracción atrapa todo, constituye todo, obnubilando, debilitando, ofuscando, sin modo de liberarse de ella. Estamos en el país de los cimerios, donde el sol no brilla, junto a la tierra de los muertos. Envueltos en las tinieblas, únicamente recordamos, y creemos que un exangüe y mediado recuerdo sea vida. Se llama real y existente a algo que en sí es apariencia: así es el hombre. Nosotros, últimos hombres, los más recientes, los más abstractos, ya ni siquiera existimos, somos fantasmas. No hay más que compararse con los hombres del Renacimiento, sobre los que el tejido de la abstracción era más fluctuante.


[Fuente: Giorgio Colli: Después de Nietzsche. Ed Anagrama .p.40]

dimecres, 29 de febrer del 2012

dilluns, 13 de febrer del 2012

Misteriosas desapariciones



Hace ya tiempo se vienen registrando desapariciones de personas y otros sucesos de diversa índole (violaciones, evasiones fiscales, etc.) en los cruceros de placer. Este tipo de desapariciones pueden ser voluntarias, por ejemplo con el fin de abandonar a una persona 'amada', para evitar una persecución fiscal del país de origen, para realizar una evasión de capital a paraísos fiscales (que entran en escalas de los cruceros)... ; o bien involuntarias, por ejemplo accidentes, asesinatos, suicidios… La cuestión es que todas esas desapariciones se intentan censar, aunque hay casos ‘casi paranormales’ de personas que se han volatilizado y que no han sido registradas ni reclamadas.

Por citar un caso, hace algún tiempo los pasajeros del crucero de lujo Balmoral estaban en la cubierta a la espera de llegar a casa en Southhampton (Inglaterra), después de pasar unos días surcando los fiordos noruegos. Entonces se hizo un anuncio: nadie podía bajar del barco, faltaba un pasajero y nadie podía moverse hasta que la policia terminara su investigación. Ese pasajero, un hombre de 89 años llamado Francis H, pasó a engrosar una tremebunda lista que guarda la Asociación Internacional de Víctimas de Cruceros. Se trata de un misterio que desconcierta a muchas autoridades.

Hay personas que se apuntan a un crucero a pasar unos días de lujo en el mar y desparecen sin dejar rastro. Es el caso de la estadounidense Rebecca C, empleada del crucero Dysney W, que en 2007 navegaba de México a Los Ángeles. Fue vista por última vez a las 5.45 del 22 de marzo: un compañero suyo la vio disgustada, le preguntó si todo iba bien y ella respondió que sí, que se iba a la cama. Las cámaras de seguridad la grabaron con las manos en los bolsillos y nunca más se supo de ella. Cuando la policia empezó a investigar, comprobó que no tenía ninguna tarjeta de crédito entre sus efectos personales. Todo apuntaba a que Rebecca se suicidó, pero no hay nada que indique que estaba deprimida. La policia no encontró indicios de secuestro.

Es un caso parecido al de una alemana de 62 años llamada Sabine L, que desapareció en un crucero prestigioso en 2009 que iba de Canarias a Madeira. Aunque iba con su marido, su desaparición es inexplicable: una noche se fueron a dormir y a la mañana siguiente había desaparecido. De nuevo, ni rastro del cuerpo ni indicios de depresión.

Las consecuencias suelen ser fatales para los familiares, que tienen que vivir con la pérdida y la incertidumbre. Así ocurrió con la familia de John E, un librero británico de 63 años que pasó una semana en un crucero por Egipto donde desapareció en abril de 2009. Su mujer, Ruth, recibió un mensaje de texto diciendo que la vería al día siguiente en el aeropuerto y no volvió a saber de él. Ruth intentó pensar que no estaba muerto, que de alguna manera se resbaló y cayó al agua. No se le ocurría otra cosa, aunque no se encontrara el cuerpo. Le dijeron que había muchos tiburones en el área. Le dieron escalofríos solo de pensarlo. Pero este no es único de los problemas que sufrió Ruth. Al parecer, John tenía un seguro de viaje. Ella lo intentó cobrar pero la compañía le dijo: ‘¿Qué está intentando cobrar?’. No hay pruebas de que esté muerto, así que tampoco puede Ruth cobrar la pensión de viudedad. Se encontraba en un limbo y sin saber qué hacer. Pensaba: ‘¿celebramos su funeral?’ Lo peor de todo es que nada tiene sentido: ‘Se fue solo al crucero porque no podíamos pagar un viaje en familia. Los pasajeros le vieron en el bar pero no estaba borracho ni deprimido, sino todo lo contrario. Nos trajeron su maleta hace poco y había tres collares; uno para mí y otros dos para sus hijas que tenían nuestros nombres escritos en jeroglíficos’.

La desaparición de una persona en el mar exige que se realice una operación de búsqueda y rescate. La desaparición de pasajeros y tripulantes de los barcos que navegan por alta mar ocurre en multitud de ocasiones. Se desconoce la frecuencia y es difícil precisar el número de desaparecidos porque las compañías navieras no revelan esta información. No es fácil obtener esta información a través de fuentes gubernamentales debido a la cantidad de países involucrados. Un informe al respecto debe enviarse al país de registro del barco. Recabar información de estos países es difícil cuando no imposible.

Existen, asimismo, otro tipo de sucesos a bordo de los cruceros, como violaciones y otros hechos irregulares. Un testigo, Janet K, de 46 años y casada, dijo que uno de los camareros de un crucero supuestamente la drogó y la violó cuando disfrutaba de unas vacaciones en uno de esos buques de turismo. 

Las elevadas cifras de pasajeros de estos cruceros turísticos dificultan sobre manera la investigación.

dijous, 9 de febrer del 2012

Adele, reina del neo-soul

Adele Laurie Blue Adkins (n. 5 de mayo de 1988), conocida simplemente como Adele, es una cantautora inglesa de soul, blues y jazz. Esta canción, Someone Like You, es el segundo single de su celebrado segundo álbum 21 [2011] (el primero se llama 19). Una voz angelical y maravillosa, sin duda. No es ninguna novedad discográfica, pero sí una gran revelación musical para un servidor.



dimarts, 31 de gener del 2012

Crossed: un cómic brutal


En el contexto de crisis y decadencia en que se halla sumido el planeta, parece lógico que se creen historias acordes con la apocalíptica y desesperanzadora realidad que vivimos. El miedo a una hecatombe, a la barbarie, a que los instintos más primarios y salvajes campen a sus anchas tiene su reflejo en todas las manifestaciones creativas, y el cómic no iba a ser una excepción.

No es una historieta de ahora mismo sino de 2010-2011, pero un servidor quedó petrificado cuando cayeron en sus manos el primer y el segundo volumen de la serie Crossed. Se trata de un cómic que va más allá de lo que uno pueda llegar a imaginar en cuanto a atrocidades y salvajadas aterradoras. Tanto Garth Ennis, guionista en el  Volumen 1 –llamado Crossed (10 capítulos; 250 páginas en tapa blanda; ed. Glénat)-, como David Laphan en el Volumen 2 (7 capítulos; 176 páginas en tapa blanda; ed. Glénat) -llamado Crossed: Valores famliares; quizá más brutal que el primero- dibujan un mundo donde una epidemia a lo zombi pero mucho más salvaje se ha extendido por lo humanidad. La plaga provoca en la población infectada la aparición de una especie de llaga o estigma en forma de cruz en pleno rostro (de ahí el nombre de Crossed, cruzados). A raíz de ello las personas se convierten en esclavos de una violencia elevada a su máxima potencia. Los infectados dan rienda suelta a sus más bajos instintos y con salvaje alegría se dedican a destruir, torturar, violar y cometer todo tipo de atrocidades con expresión de niños gamberros que cometen gamberradas entre carcajadas de diabólico placer y perversidad insana. 


Estamos ante una exhibición de atrocidades de la maldad empotrada en el alma humana ocultas tras el disfraz de la enfermedad. Nadie es culpable o responsable de sus actos porque la causa viene de otro lado. El caos desatado se atribuye a la epidemia. Sin embargo, parece la excusa perfecta con la que salen a flote nuestras perversiones más ocultas. Los infectados, o mejor los cruzados, parecen llevar a cabo lo que siempre quisieron hacer y que han llevado en secreto. La religión corrompida y las perversiones sexuales salen a pasear sin freno. Esta ración de sexo extremo y ultraviolencia es el marco de un cuadro de situaciones e historias con personajes carismáticos. 

Así, en el volumen 1, se nos presenta la figura de un joven inocente que se va endureciendo con el tiempo y que cuenta la historia en primera persona, y la de una mujer madura que tiene un pasado de sufrimiento y lidera la situación con aplomo; se trata de dos arquetipos. En el volumen 2, nos encontramos un grupo de supervivientes que las pasan canutas, la familia Pratt, quienes crían apaciblemente caballos en su rancho, rodeados de una naturaleza imponente… pero que no es el Edén, claro. La familia oculta un infierno que la mayoría de sus integrantes prefiere ignorar. En él destacan un padre de familia que es un devoto católico pero malo como un demonio, convertido en un pederasta que viola a su propia hija (quizá supera a los cruzados en brutalidad y maldad); y una de las hijas, Addy, protagonista principal de la aventura. Más allá del rancho ha empezado el Apocalipsis, que pronto llegará a sus vidas.


El dibujo en el primer volumen corre a cargo de Jacen Burrows. Pese a no ser deslumbrante, cumple con corrección. En el segundo volumen el dibujante es Javier Barreno. Es impresionante su pintura del Apocalipsis.

Se trata (en ambos volúmenes) de un cómic no apto para todos los públicos (abstenerse almas sensibles) pero muy recomendable para los fans del panorama comiquero apocalíptico. Hay, asimismo, un álbum ¡en tres dimensiones! -Crossed 3D; 48 páginas; tapa blanda; ed. Glénat) que es un poco más de lo mismo, es decir, la epidemia como marco de otra historia y otros personajes, pero esta vez en 3 dimensiones. El guionista David Lapham nos ofrece otro relato espeluznante protagonizado por los cruzados. El dibujo hiperdetallista de Gianluca Pagliarani, los colores de Digikore y el efecto tridimensional -con sus correspondientes gafas 3D incluidas- hacen que parezca que cada viñeta se sale del álbum.

En breve, aparecerá otro volumen, Crossed: Psicópata. En este, un reducido grupo de personas que huyen de los cruzados se encuentra con un hombre herido, Harold Lorre. Deciden llevarlo con ellos porque, a pesar de tener que cargar con él, también cuenta con algunas ventajas, entre ellas un oído prodigioso capaz de detectar la presencia de los cruzados a kilómetros de distancia. En este nuevo volumen, David Lapham nos mostrará, de la mano de Raúlo Cáceres, los peores aspectos del género humano. Pronto podrás adquirir esta nueva ración (176 páginas; en tapa blanda; ed. Glénat).

  

dimarts, 24 de gener del 2012

Wooden Shijps, gran revelación

Wooden Shjips es un cuarteto de San Francisco que recupera la mejor tradición psicodélica de la costa oeste, con un estilo de ruidoso rock'n'roll influenciado por el experimentalismo de la psicodelia, el minimalismo clásico y los excesos del garaje rock.

dilluns, 9 de gener del 2012

Entrada al sentido (José Ángel Valente)


La soledad.
El miedo.
Hay un lugar
vacío, hay una estancia
que no tiene salida.
Hay una espera
ciega entre dos latidos,
entre dos oleadas
de vidas hay una espera
en que todos los puentes
pueden haber volado.
Entre el ojo y la forma
hay un abismo
en el que puede hundirse la mirada.
Entre la voluntad y el acto caben
océanos de sueño.
Entre mi ser y mi destino, un muro:
la imposibilidad feroz de lo posible.
Y en tanta soledad, un brazo armado
que amaga un golpe y no lo inflige nunca.
En un lugar, en una estancia - ¿dónde?,
¿sitiados por quién?

El alma pende de sí misma sólo,
del miedo, del peligro, del presagio.

[De Poemas a Lázaro, José Ángel Valente. En: 'Noventa y nueve poemas'. Alianza Editorial]