dilluns, 10 de març del 2014

Antonin Artaud, mierda y dios

La busqueda de la fecalidad

Allí donde huele a mierda
huele a ser,
El hombre hubiera podido muy bien no cagar,
no abrir el bolsillo anal, 
pero eligió cagar
como hubiera elegido vivir
en vez de aceptar vivir muerto.

Para no hacer caca,
tendría que haber consentido
no ser, 
sin embargo, no se decidió a perder el ser,
es decir, a morir viviendo.

Hay en la existencia
algo particularmente tentador para el hombre
y ese algo es
LA CACA.
Para existir basta con dejarse ser,
pero para vivir
hay que ser alguien,
hay que tener un HUESO,
hay que atreverse a mostrar el hueso
y a olvidar el alimento.

El hombre prefirió más la carne
que la tierra de los huesos,
Como no había más que tierra y bosque de huesos
tuvo que ganarse su alimento,
no había mierda
solo hierro y fuego,
y el hombre tuvo miedo de perder la mierda
o más bien deseó la mierda,
es decir carne,
donde solo había sangre
y chatarra de osamenteas, 
donde no tenía nada que ganar
y sí algo que perder: la vida.

Entonces el hombre se replegó y huyó.

Lo devoraron los gusanos.

No fue una violación,
Se prestó a la obscena comida.
Le encontró sabor,
aprendió por sí mismo
a hacerse el tonto
y a comer carroña
delicadamente.
....
 Se le ofrecían dos caminos:
el infinito exterior,
el ínfimo interior.
Y eligió el ínfimo interior,
donde solo hay que estrujar
el bazo
la lengua
el ano 
o el glande.

Y dios, dios mismo aceleró el movimento.

Dios ¿es un ser?
Si lo es, es la mierda.
Si no lo es
no existe.
O bien solo existe
como el vacío que avanza con todas sus formas
y cuya representación más perfecta
es la marcha de un grupo incalculable de ladillas.

....

Fragmentos del poema de Antonin Artaud Para terminar con el juicio de dios y otros poemas
 Ediciones Caldén 17 (Buenos Aires, 1975)

dijous, 6 de març del 2014

Merienda de negros

Leopoldo María Panero, recientemente fallecido



En Youtube pueden videarse el resto de partes de 'Merienda de Negros'. Por si alguien está interesado.

Himno a Satán 
Solo la nieve sabe
la grandeza del lobo
la grandeza de Satán
vencedor de la piedra desnuda
de la piedra desnuda que amenaza al hombre
y que invoca en vano a Satán
señor del verso, de ese agujero
en la página
por donde la realidad
cae como agua muerta.


Dedicatoria 
Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.