dimarts, 29 de juny del 2010

no hay salida

irrespirable sensacion de asco, un cansancio extremo -el delirio es extremo-, ni un paso enérgico puede dar la mente, desolada y aplastada; no hay luz, todo está apagado, muerto; queda un ruido sucio, brusco, inhumano; un hierro retorcido con carne cruda pestilente incrustada ya parece una imagen gratificante; un horror callado en todas direcciones... un calor nausebundo y paralizante... algo indescriptible por indescifrablemente absurdo nos rodea permanentemente y a todas horas... ningún esfuerzo merece la pena... la suerte está más que echada en este lodazal en el que nos hallamos sumergidos... una putrefacción que muestra su cara sonriente en esos cuerpos que se doran al sol en las playas... y claro, todos estos fragmentos o piezas de realidad continúan su camino abismal y sinsentido... la risa loca quiere abrirse paso donde no hay salida; no se puede abrir ninguna puerta, todo está cerrado y bien cerrado incluso al aire libre.

Escrito por Espectro X

dimarts, 8 de juny del 2010

La sinestesia

La sinestesia (del griego “syn”, junto, y “aisthesis”, sensación) es un trastorno de la percepción en el que el estímulo recibido a través de uno de los sentidos provoca simultáneamente la sensación en otro. Una persona que padece este desorden puede, por ejemplo, “oír” los colores,”ver” los sonidos o sentir sabores al pasar sus dedos por una textura determinada. Se de manera natural en aproximadamente una de cada 2500 personas, o como resultado de la ingesta de algunas drogas psicodélicas, como la LSD o la mezcalina.

Existen dos tipos de sinestesias. La sinestesia de primer grado es la que “mezcla” las impresiones dos sentidos diferentes; y la sinestesia de segundo grado, más rara, asocia la impresión de un sentido del cuerpo a una emoción, un objeto o una idea.

En general, afecta más a las mujeres y las personas zurdas, y con alguna frecuencia estas personas experimentan además una excelente memoria. No es raro que un sinestésico presente problemas a la hora de efectuar cálculos o para orientarse. Se cree que podría haber algún factor genético asociado a este desorden, ya suele darse en miembros de una misma familia. Al contrario de lo que puede pensarse, los sujetos sinestésicos no tienen una mayor predisposición a otros procesos psicopatológicos ni una mayor inclinación hacia las artes, aunque es cierto que muchos artistas (mayormente los pintores y compositores) presentan esta afección.

La sinestesia (del griego “syn”, junto, y “aisthesis”, sensación), es un trastorno de la percepción en el que el estímulo recibido a través de uno de los sentidos provoca simultáneamente la sensación en otro. Una persona que padece este desorden puede, por ejemplo, “oír” los colores,”ver” los sonidos o sentir sabores al pasar sus dedos por una textura determinada. Se da de manera natural en aproximadamente una de cada 2.500 personas, o como resultado de la ingestión de algunas drogas psicodélicas, como la LSD o la mezcalina.

Existen dos tipos de sinestesias. La sinestesia de primer grado es la que “mezcla” las impresiones dos sentidos diferentes; y la sinestesia de segundo grado, más rara, asocia la impresión de un sentido del cuerpo a una emoción, un objeto o una idea.

En general, afecta más a las mujeres y las personas zurdas, y con alguna frecuencia estas personas experimentan además una excelente memoria. No es raro que un sinestésico presente problemas a la hora de efectuar cálculos o para orientarse. Se cree que podría haber algún factor genético asociado a este desorden, ya suele darse en miembros de una misma familia. Al contrario de lo que puede pensarse, los sujetos sinestésicos no tienen una mayor predisposición a otros procesos psicopatológicos ni una mayor inclinación hacia las artes, aunque es cierto que muchos artistas (mayormente los pintores y compositores) presentan esta afección.

La
corteza visual se encarga del análisis de la información visual recogida por los receptores existentes en la retina), la corteza auditiva analiza la información que llega del oído, etc. Pero desde todas estas áreas sensoriales también se envían señales a otras áreas corticales denominadas “áreas asociativas”, en donde se relacionan características como forma, tamaño, color, etc. Esta asociación entre diferentes estímulos sensoriales permite, por ejemplo, que podamos encontrar un objeto con unas características determinadas de forma y tamaño mediante el tacto, sin la ayuda de la vista, dentro de un conjunto de objetos de formas y tamaños diferentes. Estas asociaciones ocurren en todas las personas, independientemente de que presenten o no sinestesia.

Pero en los sinestésicos ocurre algo más. Varios científicos suponen que la existencia de conexiones anatómicas no habituales (una especie de “cortocircuito”) en el cerebro de una persona con este trastorno conectan unos sistemas sensoriales con otros. Hasta hoy se desconoce el lugar exacto de estas conexiones, pero algunos estudios efectuados empleando técnicas de imágenes sintéticas en vivo (como la tomografía por emisión de positrones), hacen suponer que estas conexiones se encuentran entre diferentes áreas sensoriales de la corteza cerebral.

Un experimento llevado a cabo con un grupo de sinestésicos que asociaban colores con palabras, permitió ver las diferencias entre el proceso mental de estas personas y las de un cerebro normal. Cuando las personas sinestésicas oían una serie de palabras (que su cerebro asocia con colores determinados), presentaban actividad en áreas de la corteza visual además de en las áreas implicadas en el procesamiento del lenguaje. Es decir, se activaban zonas del cerebro encargadas del proceso de la información visual relacionadas con el análisis del color. El grupo de control, en cambio, no solo no presentó actividad alguna en las áreas de la corteza visual al escuchar las palabras ni siquiera al pedirles que imaginaran un color asociado a una palabra.

Esto demuestra que la sinestesia tiene una base fisiológica, y que muy posiblemente no existan dos cerebros sinestésicos iguales, ya que las asociaciones que se establecen son diferentes en cada caso.

Si estas teniendo extrañas visiones o escuchas los colores, posiblemente seas uno de los poseedores de un cerebro sinestésico.


[Fragmento extraído de NeoTeo; ABC.es; Sinestesia, un cruce de cables en el cerebro, por Ariel Palazzesi, lunes 28 de enero 2008]












Nosferatu

Munch: Melancolía
Munch: Melancolía

Editors - You Don't Know Love

dilluns, 7 de juny del 2010

Encender y apagar

Se encienda lo que se encienda [porque todo se enciende y se apaga]... el ordenador, la televisión, el móvil... se nota rápidamente la imbecilidad del mundo en el que uno se haya inmerso. No hace falta pensar demasiado [sólo un hilo de consciencia permite que se perciba la broma espantosa]. Estos aparatitos conectan a las personas directamente con la nada, una nada que llena las cabezas con un "vacío relleno" de tonterías, extenuante, que no es poco.

Se trata de una pesadilla (muy sofisticada y cambiante, eso sí) sin escapatoria. Pero parece que es la única salida para soportar la realidad, para evitar el contacto (visual, táctil...) con las personas y las cosas. Es el triunfo del asco por la especie humana.

Esta tendencia es la imperante y resulta irresistible: el aplastamiento virtual y abstracto lo devora todo.

Hay que intentar no volverse loco.

Como siempre, pensar de este modo parece ser lo desviado. Cabe recordar que existe una cohesión del pensamiento individual y social que lo ordena todo, por muy aberrantes e indigestos que sean los delirios que se quieran incrustar en nuestras maltrechas cabezas de manera progresiva. No importa: con el tiempo toda la imbecilidad emanada por los controladores / creadores de la ficción pasajera del momento nos parecerá razonable: ahí empieza la locura. Y no hay escapatoria.

Todo acaba siendo aplastantemente correcto y no hay marcha atrás.

En este contexto, hay que apagar la luz, cerrar los ojos y pensar.

Wilco - Impossible Germany

Slipknot - Duality

The Horrors - Jack the Ripper Music Film