dimecres, 5 d’octubre del 2011

Sufrimiento


Con la música de Toots Thielemans de fondo empiezo esta mañana mi deambular por el día. Sufro un cansancio, una debilidad y un sueño atroces (me han medicado intensamente). Casi no puedo teclear, pero lucho para no sucumbir. Un ataque de angustia me sacudió hace una semana, todavía no me he recuperado del impacto brutal de ese estado. Uno se siente morir. Casi sin poder respirar la cabeza parece que pierde el norte: se descontrola todo. No funciona la respiración lenta y tampoco la abdominal para relajarse: nada. Es una explosión energética y dolorosa tremenda que  sacude el organismo, de la cabeza a los pies. La cabeza va a mil por hora, aterrorizada. Te queman los pies, las manos, las extremidades, y a continuación un fuerte frío te invade. La sudoración es intensa. Indescriptible. Tiemblas en una espiral incontrolable de extrañas e inquietantes sensaciones en todos los órganos: manos, pies, brazos... Las náuseas incesantes  junto con la intensa opresión en el pecho que te impide respirar te hacen sentir que te vas del mundo. Es una experiencia escalofriante, sinceramente. Pero estoy vivo y aquí sigo. Se trata de una auténtica pesadilla, muy real por cierto. 

2 comentaris:

Doctor Krapp ha dit...

La química ayuda, no dudes en recurrir a ella cuando las cosas se ponen tan oscuras. Nadie se merece ciertos sufrimientos.

Juliu ha dit...

Manada de escorias débiles y acomplejadas...