dimecres, 12 de gener del 2011

Orgía zombi


Con motivo del inicio de la serie The Walking Dead en televisión española, uno se pregunta a qué viene esta obsesión o fascinación por los muertos vivientes y qué sentido puede tener. Sin duda, no estamos hablando de un fenómeno nuevo, sino que hay que remontarse al pasado. Ya en el año 2003 se publicó en EEUU The zombie survival guide, editada y publicada en España como Zombie - Guía de superviviencia en el año 2008. Se trata de un manual de superviviencia ante la posibilidad de una invasión de zombis. Max Brooks establece en el libro planes detallados para el ciudadano común a fin de poder sobrevivir a los zombis. Del mismo autor tenemos también la novela de terror World War Z: An Oral History of the Zombie War (EE UU, 2006), editada en castellano como Guerra mundial Z: Una historia oral de la guerra zombi, que relata una, "por suerte", ficticia guerra mundial contra los zombis. La novela se presenta como un conjunto de entrevistas a los supervivientes, agrupadas en capítulos y presentadas cronológicamente. Cada capítulo hace referencia a una gran época del conflicto, desde la aparición del "paciente cero" hasta el fin de la guerra, una década después.

La fascinación por los muertos vivientes, pues, viene de lejos. El primer exponente del género zombi en el cine lo encontramos en la película White zombie ("La legión de los hombres sin alma"), dirigida por Victor Halperin y protagonizada por el gran Bela Lugosi allá por 1932. Este género llega a su consagración con la obra maestra Night of the Living Death ("La noche de los muertos vivientes"), dirigida por George A. Romero en 1968.

En los últimos tiempos, cabe destacar las increíbles variaciones que sobre la temática zombi se han llevado al cine, como el filme 28 días después (dirigido por Danny Boyle, 2002), y su secuela -mejor quizá- 28 meses después (dirigido por Juan Carlos Fresnadillo, 2007). La innovación de estas películas es que los zombis corren como locos poseídos y no deambulan erráticamente. El resultado es: TRE-MEN-DO. Hay otros ejemplos menos afortunados del género en los últimos años, como El amanecer de los zombis (2005), dirigida por Michael Hurst. Primero fueron los zombis lentos y torpes romerianos, luego los zombis veloces; en esta entretenida pero floja película de Hurst aparecen lo que podríamos denominar "zombis epilépticos". Ya no son ni veloces ni torpes: aquí los muertos vivientes van andando con espasmos superexagerados: la carcajada del espectador está asegurada.

Sin embargo, de lo que se habla aquí es del tremendo esplendor que los muertos vivientes "han vivido" en los últimos años [y siguen viviendo: "parece que nunca mueren"], bien sea a través del cómic (con el gran ejemplo de The Walking Dead [cómic de culto que empezó a "andar" allá por 2004 y que continúa hoy en día en pleno apogeo], con guión de Robert Kirkman y dibujo de Tony Moore al principio y del gran Charlie Adlard después, y cuya adaptación para serie de TV llegó ayer a las pantallas españolas), de las marchas zombis (zombie walks) que se celebran periódicamente allende fronteras expandiendo su fascinante embrujo, a través de libros, videojuegos... y, claro está, mediante la serie televisiva The Walking Dead, recientemente estrenada en España.

¿Qué está pasando? ¿A qué se debe esta pasión por el mundo de los zombis y, en general, por el género apocalíptico en sus más diversas manifestaciones? ¿Se trata de un frikismo pasajero? Si se mira con frialdad, hay que pensar que sí. Sin embargo -alienaciones y delirios frikis aparte-, hay algo sintomático e inquietante tras esta primera reflexión. ¿Por qué se elige a los muertos vivientes?

Etnobotánicos y antropólogos han investigado informes de casos de “zombificación” en Haití, señala Dendle, autor de la Enciclopedia del Cine de Zombies y profesor asociado de inglés en Mont Alto, en el Estado de Pennsylvania (EEUU). Estos científicos han encontrado que algunos curanderos tradicionales y practicantes de vudú en esta isla producen un “polvo zombi” usando tetrodotoxina, una neurotoxina muy potente encontrada en el pez globo. La tetrodotoxina es tan venenosa que, según se informa, la cantidad encontrada en un sólo pez globo puede matar a 30 personas. La muerte ocurre por el cese de las señales eléctricas en los nervios, conduciendo a una parálisis muscular y fallo respiratorio.

En Japón, el fugu, la carne del pez globo, es un manjar muy cotizado, aunque puede ser letal si se prepara de manera incorrecta. El sesenta por ciento de las víctimas envenenadas por el fugu mueren en horas. Si una víctima sobrevive más de 24 horas, se espera que él o ella se recupere. Pero debido a que el veneno de la tetrodotoxina puede inducir a las personas a un estado similar al del coma pareciendo un muerto (mientras el enfermo permanece totalmente consciente pero completamente paralizado), hay historias de algunas víctimas del fugu siendo sacadas de sus ataúdes después de 3 días a fin de verificar su muerte.

Dendle cree que centrarse en si los zombis podrían existir evita el problema real. “Digamos que este estado a lo mejor ha ocurrido unas pocas veces en la historia, quizá una vez cada generación”, propone. “Lo más interesante es la importancia de la historia como un artefacto cultural, la forma en la que nosotros configuramos nuestras comunidades y moldeamos nuestras conductas basándonos en esta serie de historias”.

“La cosa que da miedo es esta idea de entropía, de que es contagioso”, dice Dendle. “Ellos te muerden y entonces tú mueres y te conviertes en zombi, por lo que va a extenderse. Esto se convierte en un Armagedón global con sólo un puñado de supervivientes intentando escapar. Pero no puedes estar luchando en esta ardua batalla contra un adversario exasperantemente implacable”.

Los zombis de las películas pinchan en nuestros temores apocalípticos y preocupaciones muy eficazmente”, continúa Dendle. “Ellos quitan romanticismo a las uniones entre los seres humanos y reducen la humanidad al menor común denominador, centrándose en las relaciones de poder en sus formas humanas más brutales. Esto es: “Ejerceré mi voluntad sobre ti”. Es muy nietzscheano”, según explica el experto en temática zombi.

Desde La Noche de los Muertos Vivientes, el zombi ha sido usado como una alegoría de la sociedad enferma. En la secuela de 1979 de Romero, El Amanecer de los Muertos [no confundir con la versión de 2005 antes mencionada], muchos ven una crítica al capitalismo, con zombis vagabundeando alrededor de un centro comercial, el lugar que más recuerdan de sus vidas, arrastrando sus pies al pasar por un escaparate aturdidos. Dendle también ve cómo en las películas de miedo usan al zombi como un barómetro de nuestras inquietudes culturales.

“Nosotros estamos a la defensivatodos son enemigos, amenazas; dispara primero, pregunta después”, dice. “Pueden parecer agradables, pero nunca sabes si son unos zombis o no, tan sólo tienes que actuar como si lo fueran hasta que sepas que son diferentes. El zombi de las películas desempeña en gran parte este papel y los personajes son examinados en este paranoico y defensivo camino”.

El zombi [el clásico] es lento, mecánicamente inepto, apenas puede usar herramientas, es un ludita [de ludismo], es tecnológicamente deficiente”, explica. “Pienso que esto es exactamente parte del tema: que esta generación saturada de tecnología se ha fijado en esta criatura específicamente porque hay tanta fascinación como repulsión. Debe haber algo visceralmente satisfactorio en la simplicidad del ansia e impulsos de los zombis. Y nosotros, además, debemos encontrar algo inaceptable en esto, sobre la conducta general, como lo lentos que son y lo mayores que parecen”.

Quizá lo que es más espantoso de los zombis es que, al contrario que la mayoría de las criaturas en las películas de terror, el zombi está en nosotros.

“Al contrario que los alienígenas del espacio o los demonios, los zombis parecen gente enferma”, reconoce Dendle. “Ellos parecen enfermos, insanos, intrusos contagiosos. Y pese a todo humanos. Por esto causan ese efecto en este sentido”.

Sea como fuere, el caso es que la adaptación televisiva del cómic The Walking Dead [de Robert Kirkman] ya es un hecho en España y un fenómeno global.

Podríamos quedarnos con las palabras del propio Kirkman a modo de conclusión: "Es decepcionante el hecho de que todas las películas que giran en torno a los sucesos apocalípticos que incluyen zombis siempre tengan un final, o una clara explicación de lo sucedido, restándole esto credibilidad a la situación, puesto que, en caso de ocurrir algo parecido, sería el caos lo que gobernaría y delimitaría la situación aunado a la tensión y sentimiento de desamparo que implicaría el desconocimiento de las razones que han llevado a la situación en cuestión". [El sentimiento parece el mismo que el que nos ha provocado la crisis económica global pero a otro nivel: desnudos y desamparados nos encontramos en manos de una bestia invisible llamada mercado. No hay que olvidar, sin embargo, que somos afortunados los que vivimos en el Primer Mundo: países y continentes enteros nunca han salido del más horrendo de los apocalipsis: Sudáfrica, Haití, etc.]

O tal vez con estas otras, que aparecen en la contraportada de los álbumes de la colección Los Muertos Vivientes:

"¿Cuántas horas al cabo del día pasas viendo la televisión? ¿Cuándo fue la última vez que cualquiera de nosotros DE VERDAD hizo algo para conseguir lo que quería?

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que cualquiera de nosotros NECESITÓ algo de lo que QUERÍA?

El mundo que conocíamos ya no existe.

El mundo del comercio y las necesidades superfluas ha sido reemplazado por un mundo de superviviencia y responsabilidad.

Una epidemia de proporciones apocalípticas ha barrido la Tierra haciendo que los muertos se levanten y se alimenten de los vivos.

En cuestión de meses la sociedad se ha desmoronado, sin gobierno, sin supermercados, sin correo, sin televisión por cable.

En un mundo gobernado por los muertos, por fin nos vemos obligados a EMPEZAR A VIVIR."



[Elaboración propia y Fuentes consultadas: James Conroy. Why are we so fascinated with zombies?, Adaptación al español de Ángela Hermán, ¿Por qué nos fascinan tanto los zombies?, 2007, Pensamiento Crítico. Wikipedia. Los Muertos Vivientes. v4, R. Kirkman y cols. Planeta DeAgostini 2006]

6 comentaris:

Evohé ha dit...

Interesante.

A mí me gusta el género zombi también y coincido mucho contigo, en la opinión sobre las películas que mencionas sobre todo.

Con respecto a The Walking Dead, era de esperar el éxito en España viendo el exitazo en la televisión americana, o incluso como cómic (aunque, bueno, nunca se sabe lo que puede pasar). Eso sí, es una pena el doblaje que han hecho en la serie... Desde mi punto de vista le resta muchísimo a la interpretación de los actores y a la serie en consecuencia. :)

Pesadillas con cuerpo ha dit...

No había reparado en ello, pero es cierto que el doblaje es bastante flojo [lo he visionado luego en YT]. Creo que están más conseguidos los gemidos zombis, esos no pueden doblarse -o quizá sí-. Será mejor ver la versión en inglés con subtítulos, como en muchas ocasiones. No obstante, la serie en general parece más que correcta (en cuanto a imágenes, escenarios, efectos, historia). Saludos

oshopandamonium ha dit...

-----------The dancing dead---------
_____-Dirty dancing_____________:::::
elespectáculodelamuerteelespéctaculodelamuerteelespéctaculodelamuerte
---------Todos bailan con la muerte
---------Todos bailan con los muertos
---------ELESPECTÁCULO--------------
---------DANCING ROOM---------------
________NoquierenmorirNoquiuerenmorirNoquierenmorir________________________:::::::::::VEN-NO VEN
::::::::::::::::VEN a la muerte:ficción:fiCCión:fiCCión:AQUÍ
-----------Lamuertecomo lujo:::LUJO::LUJO--Occidental
PRIMER MUNDO:NOQUIEREMORIR---NOSOPORTALA MUERTE
--------The dancing dead-----------
Todosbailanconlamuerte
Todosbailanconlamuerte
........HASTA QUE LA MUERTE BAILARÁ CON ELLOS CON ELLOS CON ELLOS CON ELLOS.....AQUÍ:PRIMER MUNDO...________________EL LUJO LUJO LUJO::::SE PAGA.______________________APOCALIPSIS. ES LO QUE QUIEREN. CADÁVERES.

gentle mind ha dit...

Apuntaría que en esta serie se visualiza una cuestión de tipo fisiológico y psicológico que afecta a los zombies. Tal como vemos, están "muertos", ¿o estaban?, pero se mueven. Es evidente que pueden ver, oír, no han perdido el sentido del olfato... ni el hambre. Es decir, tienen todas sus capacidades sensoriales intactas. Incluido el tacto y, por lo tanto, lo lógico es que fueran sensibles al dolor ¡y capaces de sufrir!! La cuestión espinosa, que ninguna película ni serie plantea, es que entonces se presenta un dilema moral. Ya no se trata de volver a matar lo que ya está muerto, sino algo que "vive" y "sufre", por peligroso que sea. No son meros fantoches, trozos de carne, son seres horribles y sintientes.

Y respecto al venerable oshopanda, sus palabras me han sugerido la letra de una canción de PIL, This is not a love song. Espectadores de The walking dead, escuchad con mucha atención:
"This is what you want. This is what you get"
Habéis oído bien.

Le Moria ha dit...

Nunca he sabido exactamente pq me fascinan las películas de muertos vivientes. Debe d ser una mezcla de atracción y asco. The Walking Dead me parece una serie lograda, al menos en los 2 primeros capítulos televisados. Los muertos vivientes son la amenaza, el telón de fondo, lo importante es la lucha por la vida de los vivos. Los humanos parecen vivir como los animales, al día, buscando comida.
Me parece extraña e interesante la reflexión sobre el dilema moral de estar matando algo que vive por peligroso que sea.
Llegados al punto de la lucha por la supervivencia, no hay moral que valga, matar es legítimo para sobrevivir. Es una guerra de vivos contra "no muertos". Los animales matan para alimentarse, como los zombis, los vivos para sobrevivir y no ser devorados. Luego está la lucha entre los vivos por los recursos. >LeMoria

Pesadillas con cuerpo ha dit...

-Las palabras oshopandemonias iluminadas e iluminadoras, como en otras ocasiones, con ese efecto eco-reverberante tan característico ... -Hay que escuchar el "This is what you want, this is what you get" [creo que no se llama así, pese a que lo dice el estribillo] de Public Image Ltd más a menudo, gentle... -Qué difícil puede resultar a veces argumentar por qué nos gusta una cosa aparentemente repulsiva. Interesante tu reflexión, Le Moria